.
Había en Bagdad un beduino burlón y un día se encontró una botella, la frotó y dijo: ”vamos mago vidrioso, hazte presente que te pediré un imposible, a ver si eres capaz de cumplirlo”. El genio apareció y le dijo: “huidizo beduino, pídeme lo que quieras”. “Sea -dijo el beduino-, hazme a la vez alto y bajo, guapo y feo, bueno y malo”, pensando que ello era un imposible. ”Sea –le contestó el mago-, serás un espejo”. En efecto, el espejo reflejaba, no la realidad, sino los deseos de los que se miraban, y así, los bajitos no se veían como tales, los feos se atusaban hasta parecer galanes y los malos, de puro mirarse, se olvidaban de cualquier arrepentimiento.
.
.
Antonio Mora Plaza
.
Había en Bagdad un beduino burlón y un día se encontró una botella, la frotó y dijo: ”vamos mago vidrioso, hazte presente que te pediré un imposible, a ver si eres capaz de cumplirlo”. El genio apareció y le dijo: “huidizo beduino, pídeme lo que quieras”. “Sea -dijo el beduino-, hazme a la vez alto y bajo, guapo y feo, bueno y malo”, pensando que ello era un imposible. ”Sea –le contestó el mago-, serás un espejo”. En efecto, el espejo reflejaba, no la realidad, sino los deseos de los que se miraban, y así, los bajitos no se veían como tales, los feos se atusaban hasta parecer galanes y los malos, de puro mirarse, se olvidaban de cualquier arrepentimiento.
.
.
Antonio Mora Plaza
.
Madrid, 23 de junio de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario