MERCADOS FINANCIEROS CONTRA ECONOMÍA REAL (III)
(Se prepara el asalto al euro)
Antonio Mora Plaza
Parece cada vez más claro que el caso griego para los fondos especulativos anglosajones (hedge funds) sólo es la primera escaramuza para la batalla que se avecina. La noticia que viene en el diario francés Le Monde[1] es la de que “los más grandes y célebres fondos especulativos se han reunido en una comida en Manhattan para valorar su poder y deslizar (glisser) el euro a la paridad con el dólar”. No se dice cuáles sean estos fondos, pero seguro que están entre ellos el Goldman Sachs y el Morgan Stanley. En realidad deberían estar todos los grandes anglosajones, porque llevar el dólar/euro del
Estos asaltos lo suelen preparar las agencias de calificación[4], que no suelen dar una en los pronósticos, pero que son juez y parte en el asunto, porque participan y son participadas, directa o indirectamente, a su vez de estos fondos especulativos. Así, la agencia Standard and Poor´s amenaza con rebajar la calificación al Reino de España para que nos sea más costoso las próximas colocaciones de la deuda pública en el mercado (aumentando el diferencial con el bono alemán). Con ello presionan a la banca española y a las grandes empresas que se financian en el exterior para que presione a su vez al Gobierno español al resultarle más caro colocar a su vez sus emisiones de títulos, tanto en el mercado exterior como interior.
Como se ve, aquí se mezclan dos asaltos, dos golpes diferentes, aunque puedan estar coordinados pese a que no coincidan exactamente los actores. Quieren, primero, poner en dificultades la colocación de la deuda griega, española y las siguientes (Portugal, Italia) para elevar su coste (intereses) y bajar su cotización para comprar después; segundo, un ataque al euro con el fin de su devaluación. Ya he señalado los peligros que eso conlleva para los intereses americanos, pero los gestores de los fondos especulativos sólo les interesa sus carteras y el valor de sus títulos, muy mermados desde el año 2008, incluso antes. El caso Madoff es sólo el que ha visto la luz, pero muchos de estos fondos especulativos, incluso los meros fondos de inversión y de pensiones, deben estar cerca de la quiebra técnica por las pérdidas de sus títulos en el sector inmobiliario.
También cada vez parece más claro la operación de Goldman Sachs y las autoridades griegas en el swap (o swaps) del año 2001, es decir, un año antes de la entrada de Grecia en la UE y la desaparición del dracma. El gobierno de la derecha griego de Karamanlis no podía presentar las cuentas a Europa tal como eran en realidad por no cumplir los requisitos del Pacto de Estabilidad y, en lugar de renovar parte de la deuda pública con nuevas emisiones, lo que hice fue un swap de divisas e intereses con Goldman Sachs. Ambos podían ganar: el gobierno griego porque disimulaba con ello sus balances porque así obtenía dólares provenientes del swap sin emitir deuda; el fondo yanqui a su vez ganaba con el cálculo favorable de los tipos de cambio dólar/dracma o dólar/euro (puede que directamente, puesto que el dracma desaparecía en un año) y con los tipos de interés recíprocos acordados (aunque no es imprescindible que se acordaran tipos de interés). Al vencimiento del swap se deshace la operación, pagando el gobierno griego (es de suponer que a través de su Banco Central, pero tampoco es imprescindible) los dólares acordados y recuperando lo euros. Todas las variantes son posibles, porque este tipo de derivados no están normalizados (OTC, over the counter), a diferencia de los futuros y otros.
Que se decidan al asalto del euro va a depender de que el BCE europeo y la Comisión Europea se decida a defender la moneda en lugar de exigir las suicidas medidas del déficit a Grecia, España, etc. Si los gobiernos europeos anteponen las medidas de mantenimiento del gasto público compensatorio del déficit del gasto privado (consumo) para no entrar en una espiral contractiva de producción-rentas-consumo; si deciden atajar los déficit cuando la economía crezca (aunque no se cree empleo neto) y no mediante un calendario arbitrario o dependiente de las agencias de calificación; si mantienen el gasto social y no permiten que las rentas salariales caigan más en términos relativos que las no salariales; si se mantienen firmes en las políticas compensatorias practicadas hasta hora por los países más importantes del mundo, empezando por los gobiernos USA (incluido el del ex-alcohólico Bush), entonces estos fondos desistirán de más ataques discriminatorios a las deudas públicas de determinados países para centrarse en el ataque global al euro. Y ahí debemos defendernos todos y no sólo uno a uno. Hay que tener en cuenta que los fondos también asumen riesgos, porque si no les sale la jugada o no son suficientemente solidarios y conjuntos en sus asaltos a las deudas públicas, pueden salir trasquilados. Primero, porque en sus carteras, directa o indirectamente, en fondos de fondos, tienen también títulos de Grecia, España, Italia, etc.; segundo, porque al ser fondos especulativos, sus posiciones cortas (vendedora) no las han cubierto con posiciones largas (compradora), por lo que cualquier variación de las cotizaciones de los títulos emitidos en dirección contraria a lo planificado, tanto de deuda pública como privada, van a tener que pagarlas con sus reservas, si es que la tienen, dado su alto grado de apalancamiento en estos momentos (pasivos/activos, deudas/derechos). Como última solución pueden hacer la operación contraria en el mercado al contado al albur de la cotización en ese momento.
La Unión Europea debe cambiar las reglas del juego. Creo al menos en estas medidas: 1) debe dejar de exigir la suicida medida del 3% del déficit y centrarse en la relación entre Deuda Pública y PIB; 2) debería estudiar la posibilidad de dotar al BCE de potestades para suscribir las emisiones de deuda pública de los estados miembros, con todas las condiciones y limitaciones que se estimen (siempre que no anulen su eficacia), y con ello evitar que los Estados tengan que salir al mercado y ser pasto de estos tiburones (hedge funds) y de las casandras de las agencias de calificación; 3) debería estudiar una medida que consistiría en que los estados miembros, en lugar de emitir deuda cada uno por separado o complementariamente con ello, pudieran acceder a una cuenta abierta en el BCE europeo para y sólo para sus finanzas públicas. Estas cuentas tendrían sus intereses positivos y negativos, a favor o en contra, según que los saldos de las finanzas tuvieran superávits o déficits; 4) deberían estudiar la lucha conjunta contra el fraude fiscal y la economía sumergida (dicen que un 40% en el caso griego); 5) también podrían contemplar medias de premio y castigo con los éxitos de estos combates y mostrarse a favor de que el gasto social adquiera unos mínimos en todos los Estados. Cambiar en definitiva algunas de estas reglas burocráticas que rigen en la UE y que los tiempos han demostrado erradas y contraproducentes.
Madrid, 26 de febrero de 2010.
[1] Ver: http://www.lemonde.fr/economie/article/2010/02/26/les-grands-hedge-funds-americains-speculent-sur-une-baisse-de-l-euro_1311720_3234.html#ens_id=1268560
[2] Ver: http://online.wsj.com/article/SB10001424052748704625004575088820766428804.html?mod=WSJEUROPE_hpp_LEFTTopWhatNews
[3] Muy bueno también para la industria del automóvil japonés. Quizá por ahí se explique también el interés de algunos fondos de este país en lo que acontece en Europa con el euro.